Cuando somos dueños de una empresa nos vemos en la necesidad de tomar distintas decisiones de operación, estrategias de mercadeo o bien financieras. Entre esas decisiones financieras está la posibilidad de pedir un crédito y muchas veces no se toma la decisión por la mejor razón.

¿Cuándo se amerita pedir un crédito?

Hay razones muy puntuales que son lo suficientemente importante para pedir un crédito ya que pedirlo es una deuda que adquirirá tu empresa y que debes pagar en el tiempo determinado, de otro modo el banco o la entidad financiera se verá obligada a embargar posesiones o bien el negocio en sí.

Entre las situaciones de peso que ameritan pedir un crédito tenemos las siguientes:

• Adquisición de equipo nuevo. En caso que se quiera mejorar el equipo para aumentar la capacidad de producción o bien comprar equipo nuevo para incursionar en otro rubro afín al negocio.

• Aumentar el capital de trabajo. Cuando te veas en la necesidad de aumentar el personal porque se incursionó en nuevos mercados o se necesita satisfacer la creciente demanda de un mercado actual.

• Tener historial crediticio. Si nunca antes se ha pedido crédito para la empresa, el considerar hacerlo por primera vez ayudará a formar un historial crediticio para tener referencias a futuro.

• Aliviar el flujo de caja. Si en algún momento se ha pedido un crédito y queda poco tiempo para pagarlo, se puede solicitar un nuevo crédito que ayude a amortiguar la primera deuda y mejore el flujo de la caja.

Estrategias para adquirir un crédito

La contabilidad
Es importante que se conozca muy bien la contabilidad de la empresa. Es parte esencial del plan de negocios y tener los factores financieros claros y en orden harán más sencillo el proceso de obtener el crédito pues la empresa se refleja con más seriedad y por tanto seguridad a la entidad financiera.

Saber de este rubro puede ser tedioso y aburrido, pero conocerlo y manejarlo a la perfección puede significar el éxito de la empresa en más de un sentido.

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Plazos, propósitos y cantidad

Es importante conocer el tipo de crédito que se necesitará: si es a corto plazo o a largo plazo, ya que si se solicita un crédito a corto plazo, por ejemplo, para una actividad que será prolongada, puede obligar a vender parte del negocio para facilitar el pago de la deuda.

Para no caer en este tipo de situaciones, es importante identificar la necesidad y tener las proyecciones futuras del negocio, así como una estrategia clara a seguir:

• La entidad financiera evitará prestar dinero a una persona o empresa que demore demasiado en sus pagos o tenga estado de morosidad en su historial crediticio, es vital tener un crédito favorable.

• Se debe contar con la documentación clara. Estados financieros, reportes de activos, pasivos y deudas, presentar el plan de negocio con proyecciones de ventas y ganancias al menos tres años.

Estos puntos dejarán más claro el propósito, el plazo adecuado para el préstamo y la cantidad de dinero que se necesitará. En cuanto al dinero, también se debe tomar en cuenta nunca pedir más de la cuenta pues podría complicarse el método de pago y verse sospechoso para la entidad financiera.

Póliza de seguro

En algunos casos, las entidades financieras ofrecerán una póliza de seguro junto a la propuesta de préstamo. Estas pólizas son para asegurar que en caso de no poder pagar la deuda o bien, en caso de muerte, la deuda sea pagada.

La contratación de estas pólizas de seguro pueden ser o no obligatorias. Dependerá de cada entidad bancaria al igual de tu capacidad de pago.

Referencias

Cualquier entidad financiera pedirá referencias de recomendación. Estas referencias pueden ser allegados o personas con las que en algún momento se trabajó y la entidad las necesita para conocer un poco más a la persona que está pidiendo el préstamo.

Las personas que se coloquen como referencia en teoría deberán hablar bien de tu empresa. Es por eso que es muy importante considerar a quién se pone como referencia.

Queremos finalizar este artículo recordando que a pesar de que a veces es necesario pedir el préstamo, siempre debe ser evaluado y pensado muy bien. Tomar en cuenta todas las opciones y elegir la que mejor se acople a la situación económica de la empresa para no caer en pérdidas o morosidad que terminen en situaciones indeseables.